Kongobaltza huevosblancos.

Hace muchos años, cayó en mis manos, supongo que caído directamente del cielo, una novela que me atrapó por varios motivos: a) el título, que prometía  b) la contraportada, que resumía, y prometía una lectura emocionante  c) las primeras líneas de la novela : "hay que ver el Cristo que armó el Tío Sabino por follarse a una negra"  -no recuerdo si es así, pero más o menos   d) la ambientación, en un caserío de Getxo durante y tras la guerra civil.
Cuatro argumentos, cuatro, para hacer un rápido arqueo de bolsillo ( había tela), comprar el libro en ese mismísimo instante, volar raudo a casa y, finalmente, devorármelo en un par de días.
Sí. Ya sé que soy un exagerao y que doy siempre demasiado buenas notas, cosa que después otros no hacen y tiran abajo mis calificaciones. Pero Kongobaltza es un libro entrañable para todos los que somos  bilbaínos/bizkainos/del Athletic/baserriadictos o simplemente gente sensible hacia un modus vivendi que por desgracia ya no se lleva. Apuesto a que con muchas probabilidades, revivir la vida que cuenta el autor es una utopía. No obstante, personajes como la tía Herminia, la abuela Luka, el Aitite y sobre todos ellos el tío Sabino,hacen de esta novela de J.J. Rapha Bilbao, un ejemplar que hay que tener. Sí o sí. O sí. Insisto.
Dictamen: pedirlo a tu librero de confianza. Cueste lo que cueste. Y no prestarlo en la puta vida. Por siaca.
Forrarlo, como hacías en el cole, y a la balda. Pero siempre a mano, pues es un libro de cabecera.
He dicho. Hostias.

KONGOBALTZA HUEVOSBLANCOS.


Kongobaltza Huevos blancos es una narración apacible. Un cuento largo para enseñarnos a no mirarnos el ombligo, que los hombres son hombres igual de tontos, malos, buenos y todos los adjetivos que nos caben en nuestra piel, aquí, en los antípodas y en el centro de África o China. Sin embargo, a mi me han dejado de hablar vecinos y amigos de la escuela después de haber leído este libro.¡Y eso que sólo somos dos millones de habitantes!
Kongobaltza es la historia de una familia que acoge en su seno el fruto de uno de sus miembros, sembrado en el vientre de una mujer negra. La vida tranquila de un caserío se verá alterada por la presencia del niño Kongo, que se hará adulto arropado por sus parientes. El secreto luminoso que encierra su cuerpo, pacifica los ánimos de los hombres. Kongobaltza es, ante todo, un canto al sexo inmáculo, un canto a los hombres y a las mujeres que, por las circunstancias que fueren, permanecen vírgenes.


EDICIONES LIBROPUEBLO.
Depósito Legal:1593
Año 1984.