viernes, 5 de septiembre de 2014

Sucesos, decesos y occisos.

Sucesos.

¿Porqué la crónica de sucesos es una de las preferidas por casi todos los lectores de periódicos del mundo?
Buena pregunta, para la que creo que no tengo la respuesta, pero el hecho está ahí. Si en primera plana hay una noticia sobre cualquier  caso  sórdido,truculento o trágico, las manos del lector, automáticamente , van a buscar la página señalada en portada y es allí por donde van a abrir el periódico ese día.
Titular-fotos-texto-fotos-texto de nuevo y búsqueda de detalles, nombres, datos, circunstancias, vitaminas para el lado oscuro del cerebro, alimentarán eso que se ha dado en llamar  "morbo", y que tanto gusta.
Con la información recibida, automáticamente se forma una opinión con la que se puede asistir a cualquier lugar,al curro, a la tasca, a la frutería o a la pecadería, y, si es menester y cuadra, opinar aportando datos que uno lleva puestos tras la lectura del hecho en cuestión, vamos, del suceso.
Eso que a todos nos encanta. Ya no son los quince minutos de fama que decía Andy Warhol, no. Es nuestra actuación, donde haya tenido lugar: tasca, pescadería o curro. Allí aportaremos información, metiendo o no nuestra propia morcilla y puede que exagerando-casi nunca minimizando- el hecho.
Cuando el desinformado de turno llega a casa, se convertirá en eco, en vocero del periódico gracias al comentario "que han dicho en la pescadería" de ese tremendo suceso acaecido en sabe dios dónde. Mejor si es en algún lugar cercano donde tenemos alguien conocido -que vive al lado- y a quien llamaremos pronto para ver si "se ha enterado" de lo ocurrido. Nuestro pequeño "trofeo" será escuchar  a nuestro conocido si resulta que fue testigo y entonces podemos presumir de tener un amigo "que estuvo allí mismo y lo vio todo".
La vida, a veces, nos pone en el camino de la fama, aunque sea mínima, dijese lo que dijese Andy Warhol, ese alguien que los intelectuales mencionan y de quien no sabemos nada. Ni falta que nos hace.

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